domingo, 27 de marzo de 2011

Elecciones en Perú

En nuestro querido País cada cinco años se elije la máxima dirección gubernamental y a eso le llaman “fiesta democrática”. Cada cinco años, los candidatos se acuerdan de los pobres, de las zonas rurales, de la salud, de la corrupción, del respeto al “soberano”. Sin embargo, pasado este periodo se regresa a la “normalidad”. Un estado de abandono a las necesidades del pueblo, surgimiento de conflictos sociales en que alguna población lucha por algún derecho pisoteado, exigiendo agua, luz, o simplemente respeto a su economía violentada ante la inminente aparición de una minera abusiva, etc. Para responderles y restituir el “orden” (mejor dicho “su orden”), estos gobernantes responden con bombas lacrimógenas, pelotones específicamente entrenados para disolver protestas populares, represión y persecución de los “revoltosos y violentistas”.

Este escenario mediocre nos indigna. Indigna a quienes, sumados a este blog, hemos pasado por jornadas de luchas y reprimidos por luchar por una mejor educación en nuestra amada patria. Eso es lo clásico de los gobernantes peruanos que más que nada se presentan como buenos administradores del sistema sin tener siquiera un ápice de ganas de cambiar las cosas.
Se presentan a las elecciones con aspiraciones presidenciales, grandes lobbystas como PPK, la hija de un condenado por violación a derechos humanos, Keiko Fujimori, ex presidentes entreguistas como Toledo, ex alcaldes involucrados en una gran corrupción de obras civiles como Castañeda que muestra al Perú tan fácil de administrar como de distrito se tratara. El único que presenta una alternativa de “cambio”, de manera tibia, ineficiente y con previas visitas a la embajada norteamericana es Ollanta Humala, entre los cinco primeros.
Lo que queremos es ¡¡nueva educación!! Nueva estructuración académica desde el colegio hasta la Universidad, tanto pregrado como postgrado. Un desarrollo de la industria nacional que sirva para que los profesionales peruanos tengan una industria a la cual servir y que los beneficios se queden en el Perú y no se vayan al extranjero.
Pero igual, el pueblo no puede confiarse en ningún candidato porque sabe que sus derechos los conquistará como lo viene haciendo hasta ahora, en las movilizaciones, en las calles, organizándose conjuntamente. Y amplios sectores lo tienen muy claro y muy presente cuando en una caminata de hoy por el AAHH El Milagro 2da Etapa nos encontramos con compatriotas que desempeñaban un trabajo comunal para la construcción de una losa deportiva para la zona. Allá donde no llega el agua, la electrificación, servicios básicos. Entre las rocas y la maleza de lo inhóspito, muy cerca de la cumbre, desde donde se puede ver toda la ciudad de Lima hasta el océano. Pero donde en las conciencias se refleja contundentemente la necesidad de un cambio estructural y donde se sabe que nada, se conseguirá de brazos cruzando, espectador ajeno.
Nadie es ajeno a esa realidad, ¿sino como vamos a sobrevivir nosotros mismos en una sociedad de miseria y atraso, donde explotan al trabajador y saquean nuestros recursos? Y mientras los dirigentes barriales dirigen las acciones con palabras rudas y justas a sus vecinos, entre el polvo seco y bajo un sol que ilumina el sudor, nos viene a la mente aquella frase de Mariátegui “La juventud no es la esperanza del mañana, es la acción de hoy o no es nada”. Y nosotros somos esa juventud.

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